miércoles, 20 de marzo de 2013

EL REINO DE ESTE MUNDO


"Entre los veinte garañones traídos al Cabo Francés por el capitán de barco que andaba de media madrina con un criador normando, Ti Noël había elegido sin vacilación aquel semental cuadralbo, de grupa redonda, bueno para la remonta de yeguas que parían potros cada vez más pequeños. Monsieur Lenormand de Mezy, conocedor de la pericia del esclavo en materia de caballos, sin reconsiderar el fallo, había pagado en sonantes luises. Después de hacerle una cabezada con sogas, Ti Noël se gozaba de todo el ancho de la sólida bestia moteada, sintiendo en sus muslos la enjabonadura de un sudor que pronto era espuma ácida sobre la espesa pelambre percherona."





Cuando empecé a leer esta novela, el estilo me disgustó. Demasiado alambicado, demasiado complejo, demasiado para mí. Poco a poco fue cautivándome. Pero, cuando acabé,  tenía una extraña sensación. Por un lado, me resultó aburrida; por otro, me atrapó. La verdad es que no sabía qué decir sobre este libro. Una semana más tarde seguí pensando en esta novela y, con el tiempo, el libro se transformó en una pequeña joya que daba vueltas en mi imaginario. Desde mi punto de vista, es, ante todo, una novela extraña.

Por supuesto, he de recordar que es una obra muy conocida. Su prólogo sienta las bases de "lo real maravilloso". En él, Carpentier comienza diciendo que lo maravilloso está en la expresión de las maravillas “reales” que ofrece Haití (ubicación de la acción en El reino de este mundo). Para el autor, no hay que inventar prodigios surrealistas: lo maravilloso está ante nuestros ojos si logramos contemplar la realidad desde un ángulo insólito que revele su esencia y originalidad. Se die que este prólogo sienta las bases de lo que será más adelante el realismo mágico.

Argumento: El reino de este mundo es una síntesis de los momentos históricos que ocurren en Haití y Cuba entre 1771 y 1820, fecha que marca el fin de la monarquía negra de Christophe. Lo original es la unión de estos momentos en una composición que tiene mucho de mosaico y el establecimiento de un tejido de relaciones que son, a la vez, coherentes e increíbles. La novela ofrece en sus escasas ciento veinticinco páginas una extraordinaria síntesis de una historia muy compleja.

Para ello, el autor narra las aventuras de un esclavo negro, Ti Noël, que va surcando la historia padeciendo las injusticias de un sistema social clasista. Además, aparecen personajes históricos como Paulina Bonaparte y una gran dosis de exotismo. 

Lo mejor: El exotismo. La extrañeza ante sus páginas.

Lo peor: En ocasiones, me resultó una lectura pesada. Demasiado "sesuda", demasiado "intelectual". No debería decirlo. Se supone que me gusta leer. Pero es una lectura que requiere tiempo y esfuerzo (o, por lo menos, eso necesité yo).



NOTA: 6 / 10
(ES UN CLÁSICO)



No hay comentarios:

Publicar un comentario